“AL PROFESOR CON CARIÑO”
Este es un día de tristeza para Mansilla, un soleado día en el que los habitantes de este pueblo, nosotros, hemos perdido a un destacado vecino que nos había adoptado hace ya décadas y que se transformo, por capacidad y merito, en el rescatador de nuestro pasado, el buceador de nuestra historia; en el prolífico investigador al que le debemos la documentación científica y escrupulosa de nuestro despertar como comunidad.
El profesor Humberto Jacob ha partido hacia destinos tal vez, mas generosos, mejores sin duda. Se fue en silencio, sin alardes ni mayores comentarios, sin un solo reclamo; solo unos cuantos sabíamos de su descompostura del día de ayer. Hoy sabrá la infausta noticia todo el pueblo. Este taciturno y particular caballero era oriundo de Lucas González y recalo aquí como profesor de ingles, ejerciendo en el IPM durante años hasta su jubilación. Su actividad docente no fue obstáculo para que desarrollara su otra gran pasión que era la investigación científica, teniendo al hombre como primer y ultimo objetivo de su curiosidad. Fue así que a través de su paciente y constante trabajo histórico rescato los orígenes de Mansilla y sus familias fundantes y lo plasmo en varios tratados históricos, que vieron la luz gracias a su tenacidad y esfuerzo. Jamás fue amigo de los homenajes; tenia una pureza de pensamiento que no se condecía con sus años, pero era incapaz de pensar mal de nadie.
La Comisión de Cultura de la gestión de Néstor Ormaechea 1999-2003, presidida por Aldo F. Monti y que me tenia como uno de sus integrantes, quiso honrarlo, homenajear su obra, para lo que el se negó categóricamente. En un exceso de respeto hacia su postura, no avanzamos con la propuesta. Debimos haberlo hecho, debimos haberle agradecido pública y notoriamente su trabajo de tantos años. La institución del 21 de enero como fecha fundacional de nuestro pueblo se debió a su iniciativa y la aprobó la gestión municipal de Daniel Sarasola.
Sus problemas de salud y alguna que otra demostración de indiferencia debieron precipitar su final, siendo un hombre que aun podía dar tanto.
No puedo dejar de lamentar su perdida sin que se lo haya honrado en vida. Ahora ya no importa. Los fastos y glorias después de la muerte, solo son calmantes de conciencia.Vaya mi personal y sentido recuerdo para el Prof. Humberto Jacob que supo honrarme con mas de una inmerecida consideración; esperando que el pueblo todo de Mansilla no olvide a quien fue su autentico historiador. Mientras los que hemos alzado la bandera de aportar minimamente a la cultura local, nos resignamos a perder a uno mas.
Graciela del C. Rubini, 07 de Octubre de 2008