Fotos, gentileza de la Sra. Graciela Rubini.
El año pasado, Ercilia G. de Garzia y la que esto suscribe, fuimos invitadas por la Sra. Sara Lia Pita de Garzia a concurrir al taller literario que junto a la Sra. Celia Vega (ambas docentes jubiladas), armaron en la penitenciaria de Gualeguay desde hace tres años; visita que recién pudo concretarse el pasado 20 de septiembre de 2007.
En esa oportunidad también fue invitada, aunque no era su primera vez, la reconocida y talentosa poetisa gualeya ‘Tuky’ Carboni.
Los componentes del taller “de desahogo e ilusiones”, son reclusos que cumplen distintas condenas y algunos de ellos estudian dentro de la misma prisión, por lo que también estaba su maestra y un joven abogado que oficia de intermediario entre presos y las instituciones.
La reunión fue muy amena y se tornó francamente agradable cuando los reclusos depusieron una primera y comprensible barrera de defensa.
Cada una de las escritoras contó su iniciación con la literatura y a partir de que motivaciones, y los trabajos realizados, como así también proyectos futuros.
Fotos, gentileza de la Sra. Graciela Rubini.
Ercilia con la generosidad que la caracteriza, llevo libros de su autoría y otros de su pertenencia para ser sorteados entre los presentes. Eran tantos que casi todos accedieron a uno. Por mi lado lleve un ejemplar del último libro presentado en mayo en Buenos Aires y fotocopias de varias de otros trabajos. Los reclusos a su vez, leyeron composiciones de su autoría y la Sra. Sara de Garzia presto su voz, para los más remisos a leer su producción.
Los testimonios de los presos, en algunos momentos, rozó la situación personal por la que atraviesan, cauce que fue inmediatamente retomado por la Sra. Pita de Garzia como una forma criteriosa, a mi juicio, de no mezclar cuestiones ni desvirtuar el cometido del taller.
Luego, uno de los presos, interpreto, guitarra en mano, canciones de su composición y entre aplausos y promesas de regreso, fotos, mateada y facturas, transcurrieron dos horas muy reveladoras.
Aquí me impongo la reflexión personal: no es sencillo encarar una experiencia de este tipo porque se trata de un lugar especial con personas que han delinquido. La mía fue una posición de no-juicio porque no es lo que me corresponde. Aplaudo la iniciativa de Sara Lía y de Celia y es altamente valorable desde el punto de vista de ofrecerles a estos reclusos, personas al fin, una forma, como puede ser cualquier otra, de ver y experimentar otras realidades y dar cauce a través de la creatividad literaria, a todo un universo de sentimientos y sensaciones, con todo lo de catalizador y liberador que tienen las letras. Yo puedo decirlo.
Este grupo, junto a sus mentoras, tienen un libro en preparación de próxima aparición, que reúne los trabajos de tres años y se titula: ‘CUANDO LA LIBERTAD SE HACE TINTA’ y que, seguramente contaremos con un ejemplar para compartirlo con los lectores del blog.
Tengo entendido que esta experiencia es inédita en la provincia por lo que vuelvo a reiterar mis felicitaciones para sus impulsoras y agradecer en nombre de Ercilia y en el mío propio, habernos invitado y considerar que podía ser valioso nuestro aporte.
Graciela del C. Rubini, Gobernador Mansilla, Entre Ríos, 5/11/07